Adaptarse o morir: Mi experiencia con CapCut tras más de una década como editor con suites profesionales
- Eduardo Escamilla Galindo

- 27 ene
- 2 Min. de lectura
Llevo más de 10 años dedicándome a la edición de video. Final Cut, Premiere y After Effects han sido mis herramientas de cabecera, y siempre he disfrutado la experiencia de editar en una computadora: dedicar días enteros a un proyecto, seleccionar los mejores clips y sincronizarlos perfectamente con la música. Ese proceso pausado y detallado me ha permitido contar historias de manera única y cautivar a los espectadores. Creo firmemente que para crear una obra maestra, es esencial darle su tiempo al proyecto.
Sin embargo, en el mundo actual, donde la inmediatez domina, tuve que adaptarme. Mi trabajo actual en el gobierno como Enlace de Comunicación me ha obligado a subirme al tren de herramientas más prácticas como CapCut. Al principio, me resistí: ¿cómo una app podía reemplazar la profundidad de un software profesional? ¿Cómo cambiar la magia de la edición frente a una o dos pantallas en la comodidad de mi estudio, por hacerlo todo con el pulgar desde una mini pantalla? Pero en la gestión de comunicación institucional, el tiempo es un lujo que no siempre tienes.
Cuando cubrimos un evento, los funcionarios públicos y políticos quieren ver el video reel casi al instante. Con CapCut, puedo tener listo un video razonablemente bien hecho en menos de 20 minutos. Es increíble lo rápido y práctico que resulta, desde los templates hasta las transiciones automáticas y los subtítulos generados al momento. Y, al final, descubrí algo importante: a los seguidores no les importa si pasaste horas editando en una suite profesional o si usaste una app móvil. Lo que buscan es el contenido, la emoción, el mensaje en el momento adecuado.
No he dejado de lado mis raíces como editor profesional; sigo disfrutando los proyectos en los que puedo dedicar tiempo y empeño. Ahora edito de ambas formas: para crear reels rápidos utilizo el celular, perfeccionándome cada vez más, pero para realizar un video cinematográfico para mi canal de YouTube o para algún cliente importante que paga lo justo, le dedico todo el tiempo necesario, hasta que la obra quede perfecta, incluso si me lleva semanas.
Al final, creo que no fue tan malo dar el paso de empezar a usar CapCut. No ha reemplazado mi amor por la edición, pero sí me permite satisfacer las necesidades actuales de inmediatez y la producción en volumen de videos reel. Adaptarse no significa abandonar lo que amas, sino encontrar un equilibrio para seguir creciendo.





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